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Páginas | 392 |
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16,99 €
Tercera parte de la saga Ojalá me ames, compuesta por el libro de relatos Ojalá me ames, El don más codiciado del mundo, La novia roja y el mal del Caribe, El infierno respira dos veces y El silbido del colibrí (lanzamiento en 2023).
Lanzamiento 4 de noviembre de 2022.
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La aventura continúa en el Sáhara…
SINOPSIS
Alma y Nora viajan al norte de África para buscar a Daniel y esquivar a la secta. A la vez Alma aprovechará para entrenar su don y dominar sus pasiones, lo que le permitirá alcanzar su máximo poder. Pero no lo tendrá fácil, pues el amor es una pasión, y ella se mueve ambiguamente entre los amores de Jairo y Aziz.
En este asombroso viaje por tierras de Argelia, Marruecos y el Sáhara, con fragmentos propios de la mejor literatura de viajes, el lector se adentrará de lleno en el conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario. La autora nos da algunas claves y nos explica el origen, pasado, presente y futuro de un conflicto que dura ya casi medio siglo.
FRAGMENTO DE LA NOVELA
Los días se parecían demasiado. No había gran diferencia entre el ayer, el hoy y el mañana. Y sé que así continúa siendo diez años después. Nada, o muy poco, salvo la declaración de guerra, ha cambiado. Por eso me es tan fácil recordar que en Smara el sol abría sus ojos y calentaba la arena escarchada. La luz bañaba la tierra seca y coloreaba las dunas bajas. La brisa creaba el sonido metálico de las llantas colgadas sobre alambres en los corrales de la wilaya. Los animales despertaban, el gallo cantaba y la cabra balaba. La calidez del día era un huésped bienvenido dentro de las frías jaimas y los gélidos muros de adobe de las casas. El agua comenzaba a hervir en las teteras mientras el pan se cocía en los hornos de gas. Los niños se levantaban para asistir al colegio y las mujeres se disponían a realizar las tareas domésticas, sus funciones en la daira o se preparaban para acudir a sus respectivos trabajos en la escuela, en el centro de salud o en los talleres de confección. Los hombres atendían su comercio, su ganado, o desempeñaban otras labores ajenas a su condición de militares, aunque sobre el futuro ya pesaba la sombra de la guerra. Y después estábamos nosotras, las voluntarias…
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